Para convertirse en un hombre en la tribu primitiva de los sambianos,
los niños son retirados de la presencia de todas las mujeres a la edad
de siete años y viven con otros machos por diez años.
Durante este tiempo la piel debe ser perforada para eliminar
cualquier contaminación contraída por las mujeres, para ello hacen
sangrar su nariz y vomitar gracias al consumo de grandes cantidades de
caña de azúcar.
Por si fuera poco, están obligados a ingerir el esperma de sus mayores que, según piensan, los hace crecer fuertes.
Cuando finalmente se presentan de nuevo en la tribu, siguen
participando el sangrado de la nariz que deben sincronizar con los
ciclos menstruales de sus esposas.
Si te lamentabas de haber nacido en Venezuela, pues da gracias a Dios que no te criaron sambiano, ¿no?
Via @la_patilla
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