Los chinos se preparan hoy para recibir el Año Nuevo Lunar, una
festividad en la que se alcanzarán los 3.410 millones de desplazamientos
en todo el país y que dará comienzo al periodo de la Serpiente, un
animal que simboliza la sabiduría y la prudencia ante lo “propenso a lo
inesperado”.
La llegada del Año de la Serpiente se producirá en la
madrugada del sábado al domingo, una noche en la que la mayoría de los
ciudadanos se reunirán con sus familias para disfrutar de un gran
banquete y ver la Gala de Año Nuevo que emite la televisión china, un
evento seguido por más de 700 millones de personas.
“Los años de
la serpiente suelen ser dramáticos y pueden cambiar el curso de la
historia”, aseguró a Efe Zhang Jianbo, un anciano de Pekín distinguido
entre sus vecinos y amigos por sus habilidades y conocimientos del
calendario lunar, que recuerda que sucesos como la caída del Muro de
Berlín, el final de la Guerra Fría o el ataque a las Torres Gemelas
acontecieron en este mismo zodíaco.
La celebración del Año Nuevo irá acompañada de petardos y fuegos
artificiales en todo el país, con el objetivo de que los estruendos que
provocan alejen y ahuyenten a los malos espíritus.
Este año, sin
embargo, parece que será más difícil para los pequineses asustar a los
malos espectros, después de que las autoridades locales hayan pedido que
se reduzca el número de petardos para limitar la contaminación, que
llegó a niveles dañinos para la salud durante la mayor parte de enero.
Para
evitar que el cielo se ennegrezca con un humo espeso durante horas y
horas se han reducido a 750.000 el número de cajas de pirotecnia a la
venta para estas fiestas, cuando el año pasado se comercializaron
810.000.
Fuera de la capital, miles de familias de las zonas
rurales esperan la visita de sus parientes de las ciudades, en lo que,
en muchos casos, supone la única oportunidad del año para reunirse de
nuevo.
Según la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma china
(el organismo de planificación económica del país), se espera que este
año se registre una cifra récord y se alcancen los 3.410 millones de
desplazamientos, de los cuales 200 millones ser harán en tren durante
este fin de semana.
La mayor migración anual del planeta comenzó a
finales de enero y terminará a principios de marzo y se han registrado
largas colas para acceder a las estaciones de tren y de autobús de las
principales ciudades del gigante asiático.
Qi Jingyi, una recién
graduada universitaria de Pekín cuya familia reside en la sureña
provincia de Yunnan, compró por internet su codiciado billete y llevó a
cabo un viaje de 38 horas en tren y 8 más en autobús para llegar a su
pueblo natal.
“Por supuesto que vale la pena. Solamente puedo ver
mi familia dos veces al año y no me supone ningún esfuerzo hacer el
trayecto”, explicó a Efe antes de partir.
A pesar de que las
autoridades chinas ampliaron este año la posibilidad de comprar los
billetes de tren a través de la red, no todo el mundo tuvo la misma
suerte que Qi y muchos ciudadanos se han quejado del mal funcionamiento
del sistema o de la rapidez con la que se agotaban los pasajes.
“¿Alguien
puede explicarme por qué dos minutos después de abrirse el plazo ya se
han acabado los billetes hacia Hohhot?”, expresó un internauta a través
de weibo, el twitter chino.
Dentro de sus augurios para el nuevo
año, Zhang dijo que “será un buen año para los negocios, las
reparticiones y los asuntos políticos”, ya que el único reptil del
calendario chino es símbolo de buena fortuna y sabiduría.
Entre
los nacidos bajo este signo figuran, en el terreno político, personajes
tan ilustres como el primer líder de la República Popular china, Mao
Zedong, o el nuevo secretario general del Partido Comunista de China
(PCCh), Xi Jinping, que tomará las riendas del país el próximo marzo.
“El
año de la serpiente es idóneo para arrojar los viejos hábitos y
pensamientos”, dijo Zhang sobre el futuro cambio de Gobierno.
“Es el año para reinventarse. Las serpientes cambian de piel y los humanos también podemos hacerlo”, resumió.
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