viernes, 5 de noviembre de 2010

Sembrando en el asfalto


Jardines cubriendo las paredes, matas en los balcones y granjas verticales se apoderaran pronto de las ciudades.

Hay una corriente de estadounidenses preocupados cada vez más por tener alimentos frescos y saludables en su dieta.

Una de las opciones para acceder a comida fresca es que viaje la menor distancia entre el lugar de producción y la mesa donde se sirve la cena.

Y si cercanía es lo que se persigue, que puede ser más cercano que el balcón de tu apartamento.

En Nueva York, la gente cada vez está gastando más tiempo, dinero y energía en tener el lujo de sembrar su propia comida.

Las causas van desde querer saber de dónde vienen los alimentos, por desconfianza de las grandes empresas agrícolas, hasta el afán por ahorrar unos dólares al mes.

La práctica se ha propagado tanto que hasta una escritora del New York Times se dedico por seis meses a investigar – probar – si verdaderamente ahorra un par de dólares al mes. También ahora es fácil encontrar grupos de gente que comparten consejos por internet o que se reúnen para sembrar colectivamente en su cuadra, jardines comunitarios.

El único inconveniente es que el espacio en ciudades como Nueva York es muy escaso, de hecho a veces ni siquiera balcón hay en los apartamentos.

Dickson Despommier, profesor de la Universidad de Columbia promueve con sus proyectos las granjas verticales como la solución para el problema de espacio. Además las granjas verticales tienen la ventaja de además de dar frutos localmente, producir a lo largo del año y pueden ser operadas a través de energía renovable.

Para otros la solución es comprar sus alimentos a campesinos locales, quienes garantizan que no utilizan químicos o insecticidas para cultivar sus productos y a su vez la frescura de alimentos por lo que no tienen que viajar largas distancias.

Como todo reto de la vida cotidiana, tarde o temprano se refleja en el arte, estas preocupaciones alimenticias salen a la luz en las películas recientemente presentadas al público: La nación de la comida rápida (Fast Food Nation)”, El rey maíz (King Corn) y Comida Incorporada (Food Inc) .


Cortesia: Diana Logreira - Washington, DC; Voz de America

1 comentario:

  1. Es importante este tema que se da muy a menudo en el mundo, las empresas comercializadoras de los alimentos su nivel de calidad algunas veces es bajo y algunas veces es alto. Los consumidores hasta ahora se estan dando cuenta de las enfermedades que nos estan causando los alimentos bien sea por mala administracion de ellos, estas empresas no solo venden productos de consumo a nosotros la sociedad de buena categoria como tal. Les importamos poco como para satisfacernos su importancia mas que todo es el ingreso capital que tienen! Algunas personas de bajos recursos no tienen ni la mas minima posibilidad de comprar este tipo de productos que a demas de ser caros no son de buena calidad; que han hecho las personas notando esto? Prefieren sembrar en sus casas sus mismos alimentos con el fin de ahorrar el dinero que las empresas nos quitan, y consumir un producto el cual si valga la pena consumir.. Muchas de estas empresas por lograr popularidad suelen vender alimentos en buen estado a las personas con recursos sobrantes (RICOS) y a los de baja categoria productos MALOS tanto en consumo como de calidad. De que es esto producto? de la mala concientizacion de las personas, que solo su importancia en la vida es el dinero. Creo que todos tenemos el derecho de consumir productos los cuales sean sanos y de buena calidad* Espero que guste mi comentario. Julio cesar Benitez (4to 02)

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