Otros síntomas que requieren atención inmediata son rigidez y desmayos.
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Un golpe en la cabeza nunca debe desestimarse. Es importante estar atento a las señales de adversidad y buscar ayuda médica de inmediat |
Las consecuencias de un golpe en la cabeza pueden demorar horas, e incluso días, en aparecer. Y pueden llegar a ser muy serias, causando discapacidad o muerte.
Algunos de los traumatismos más graves son los que ocurren en
accidentes de tránsito, cuando el conductor o el copiloto golpean su
cabeza contra el volante, el tablero o el parabrisas. El fisiatra
Alejandro Cárdenas, especialista en dolor y espasticidad, explica que
al chocar contra el volante la persona se lesiona el cráneo y sufre un
traumatismo, lo que redunda en hemorragia cerebral, generando una
compresión que impide que llegue oxígeno a las neuronas, que fallecen en
un período de 3 a 5 minutos y no pueden regenerarse. El daño cerebral
es irreversible.
Estos traumatismos craneoencefálicos o lesiones medulares pueden dejar secuelas discapacitantes como inmovilidad de brazos y piernas e incapacidad para ser independiente como ser incapaz de vestirse o de realizar tareas comunes como escribir.
Cuidado con los síntomas
El problema es que, muchas veces, estos golpes son subestimados por los pacientes y allegados, que ignoran los síntomas de alerta. Advierte el fisiatra que es obligatorio buscar ayuda médica si, después del golpe en la cabeza se siente somnolencia, rigidez en el cuello, fuerte dolor de cabeza, pérdida de conocimiento, se observa comportamiento irregular o se vomita dos veces o más.
Mientras buscan ayuda médica, es importante que se inmovilice el cráneo del paciente, sujetando la cabeza con ambas manos y se le ayude a recibir más oxígeno colocándolo en un lugar fresco con abundante circulación de aire. No deben retirarse los objetos incrustrados que pueda tener el paciente en la cabeza.
Si la persona que ha recibido el golpe vomita, debe girársele la cabeza, el cuello y el resto del cuerpo todo junto, como una unidad. Si sangra, se debe presionar la herida con una tela limpia, y si se empapa, no retirarla sino colocar otra arriba.
Ante la inmovilidad
Las consecuencias de un golpe mal atendido pueden ser paresia -cuando no puede mover una parte del cuerpo- o plejía -cuando no puede mover ninguna extremidad-. Cárdenas dijo que "las contusiones y daños en el sistema nervioso central y periférico derivan en desequilibrio nervioso y muscular haciendo que el paciente presente dureza en extremidades, lo que le impide mover brazos o piernas o le imposibilita controlar movimientos, lo que se conoce como espasticidad".
Para reducir sus efectos, esta patología puede tratarse con neurorehabilitación y con toxina Onabotulinum A, que bloquea temporalmente los receptores de acetilcolina para que el músculo quede con mayor disposición a la neurorehabilitación, lo que implica una reorganización neuronal denominada plasticidad cerebral, a través de la cual se envía información a las neuronas activas.
Estos traumatismos craneoencefálicos o lesiones medulares pueden dejar secuelas discapacitantes como inmovilidad de brazos y piernas e incapacidad para ser independiente como ser incapaz de vestirse o de realizar tareas comunes como escribir.
Cuidado con los síntomas
El problema es que, muchas veces, estos golpes son subestimados por los pacientes y allegados, que ignoran los síntomas de alerta. Advierte el fisiatra que es obligatorio buscar ayuda médica si, después del golpe en la cabeza se siente somnolencia, rigidez en el cuello, fuerte dolor de cabeza, pérdida de conocimiento, se observa comportamiento irregular o se vomita dos veces o más.
Mientras buscan ayuda médica, es importante que se inmovilice el cráneo del paciente, sujetando la cabeza con ambas manos y se le ayude a recibir más oxígeno colocándolo en un lugar fresco con abundante circulación de aire. No deben retirarse los objetos incrustrados que pueda tener el paciente en la cabeza.
Si la persona que ha recibido el golpe vomita, debe girársele la cabeza, el cuello y el resto del cuerpo todo junto, como una unidad. Si sangra, se debe presionar la herida con una tela limpia, y si se empapa, no retirarla sino colocar otra arriba.
Ante la inmovilidad
Las consecuencias de un golpe mal atendido pueden ser paresia -cuando no puede mover una parte del cuerpo- o plejía -cuando no puede mover ninguna extremidad-. Cárdenas dijo que "las contusiones y daños en el sistema nervioso central y periférico derivan en desequilibrio nervioso y muscular haciendo que el paciente presente dureza en extremidades, lo que le impide mover brazos o piernas o le imposibilita controlar movimientos, lo que se conoce como espasticidad".
Para reducir sus efectos, esta patología puede tratarse con neurorehabilitación y con toxina Onabotulinum A, que bloquea temporalmente los receptores de acetilcolina para que el músculo quede con mayor disposición a la neurorehabilitación, lo que implica una reorganización neuronal denominada plasticidad cerebral, a través de la cual se envía información a las neuronas activas.
[Fuente]
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