Observando la evolución de la Fotografía artística de la anatomía
femenina es válido encontrarse la fascinación existente en la
actualidad por el tema del desnudo.
Esto conduce a varias consideraciones reflexivas sobre el tema del espectador, el cuerpo y la obra fotográfica.
La
condición actual del arte contemporáneo convoca a una desintegración
del cuerpo. El desnudo apunta hacia el peligro, delata la precariedad de
nuestro yo moderno y su falta de base.
Se constata la teoría de Sigmund Freud que el cuerpo es el primer ego, y cuando el yo se desintegra, así también el ego.
El desnudo en la pintura ha sido un tema recurrente desde diversos aspectos y dimensiones.
La
aparición de la fotografía inauguró una nueva dialéctica entre ambas
disciplinas. En una primera fase, la fotografía tiende a imitar las
características propias de la pintura con el objetivo de superarlas e ir
adquiriendo progresivamente su específica personalidad.
El
tamaño de las placas enfocado al mismo uso que el cuadro de género, los
retoques en la foto para dotarla de colores que no puede reproducir, la
composición para imaginar escenas e historias imitadas de la pintura,
el parecido de los tipos iconográficos evocando los clásicos, la
búsqueda consciente del claroscuro a manera del barroco.
La
fotografía de desnudo fue empleándose como auxiliar en la realización
de la obra pictórica. Ingres, Delacroix y Courbet encargan estudios a
fotógrafos que luego utilizan en su obra. Poco a poco los ojos del
pintor comienzan a ver según el objetivo de la cámara.
He aquí una muestra de las tendencias más refinadas del momento:
Cortesia: 6toPoderweb
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