Una de las causas por las cuales todavía no disponemos de una cura definitiva para el VIH
(virus de la inmunodeficiencia humana) es que este infecta las células
del sistema inmunitario encargadas de activar la respuesta que tendría
que frenar la infección. Concretamente, el VIH tiene como principal
diana unos glóbulos blancos llamados linfocitos T CD4,
que reciben este nombre porque tienen la proteína CD4 en su membrana.
Los más de 20 fármacos disponibles hoy en el mercado actúan bloqueando
el ciclo que sigue el VIH para infectar estos linfocitos T CD4, pero no
curan porque no consiguen eliminar del todo el virus del organismo. Uno
de los motivos es que la medicación disponible no actúa sobre las
llamadas células dendríticas, en las que el VIH también penetra y la mayoría se acumula intacto en su interior .
Científicos españoles del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa
podrían ponerle remedio tras haber hallado la puerta de entrada del VIH
a estas células dendríticas, un enigma que la comunidad científica
intentaba descifrar desde hacía años. Se trata de la molécula siglec-1, y permite al VIH acceder a las células dendríticas maduras cuando se unen los gangliósidos del virus,
que funcionan como llaves. De esta manera, las células dendríticas
acumulan gran cantidad de virus en su interior y se convierten en
caballos de Troya, favoreciendo la infección de los linfocitos T CD4+,
principal diana del VIH y contribuyendo así a la dispersión del VIH
dentro del organismo.
El hallazgo conforma el último gran logro
de una línea de investigación liderada por el profesor de investigación
ICREA de IrsiCaixa Javier Martínez-Picado y la investigadora de
IrsiCaixa Nuria Izquierdo-Useros, en colaboración con un grupo de
investigación de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, coordinado
por el profesor Hans-Georg Kräusslich, y otro de la Universidad de
Lausanne, en Suiza, encabezado por Amalio Telenti. Fruto de esta línea
de trabajo, el pasado mes de abril ya publicaron un artículo en la misma
revista, donde identificaron una molécula llamada gangliósido que se
encuentra a la superficie del VIH y que es responsable de su entrada a
las células dendríticas.
Según explica el investigador Javier Martínez-Picado "teníamos la llave
y ahora hemos encontrado la cerradura". "El enigma está resuelto: ya
estamos trabajando en el desarrollo de un fármaco que bloquee este
proceso y que permita mejorar la eficacia de los tratamientos actuales
contra el sida", añade.
Además, según apunta la investigadora Nuria Izquierdo-Useros, se ha observado "que la proteína que actúa como cerradura para la entrada del VIH también podría facilitar la entrada de otros virus y por lo tanto el hallazgo también podría llevar al desarrollo de tratamientos para otros infecciones que utilizan esta misma vía de propagación".
Además, según apunta la investigadora Nuria Izquierdo-Useros, se ha observado "que la proteína que actúa como cerradura para la entrada del VIH también podría facilitar la entrada de otros virus y por lo tanto el hallazgo también podría llevar al desarrollo de tratamientos para otros infecciones que utilizan esta misma vía de propagación".
Via muyinteresante
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